jueves, 9 de julio de 2009




Un día te vas a olvidar de mí.

Un día.


No hoy, no mañana,ni siquiera el año o el mes que viene.

Pero un día me vas a ver y vas a pensar:


"¿A esta mujer era a la que yo amaba tanto?"

y no vas a poder creerlo.

Y a lo mejor hasta vas a comentar con la persona que tengas a tu lado:


"Mira, a esa mujer era a la que yo amaba tanto".

Y la persona que tengas a tu lado no lo va a poder creer.


Tal vez te dirá, después de mirarme de arriba abajo con ojos acuciosos e incrédulos:

"¿A ésa?".


Y sonreirá sintiéndose un poquito superior,

porque es tu presente y yo solamente,


"esa", tu pasado.




Y ,¿sabes qué?

No te vas a dar cuenta de que me olvidaste.

4 comentarios:

  1. Los enemígos más acérrimos de nuestras ideas son aquellos que no las comprenden.

    Nada en el aire hacía sospechar que el momento había pasado ya. Aquel momento.

    De nuevo, navegar.

    Desde el mismo momento en que nacemos, la primera vez que respiramos, comenzamos a morir.

    Esa es la verdad, no la masónica ni la religiosa, sino la absoluta realidad.

    No hay vuelta atrás, Después de nuestro génesis, nada tan milagroso nos acontecerá de nuevo.

    Vivimos buscando catarsis, rehuyendo nuestro némesis, en fín.. Somos animales, angustiados por sabernos tales.

    En el incesante girar de la rueda de la vida, necesitamos olvidar lo que no tenemos ya, apaciguar esa nostalgia.

    Un día, lejos de la actualidad, recordarás.
    Lo harás mientras, el espíritu salado que descenderá por tu faz humedeciéndote el alma, será el confidente que me cuente:

    He vivido.

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